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Comida para niños con huesos fuertes con leche

A casi todos los niños les gusta la leche, especialmente la de vaca. Incluso los niños con neurodermatitis pueden tomar leche si no se les ha detectado ninguna alergia a la misma. Los especialistas de la piel de la Charité de Berlín descubrieron que el 3% de todas las reacciones de neurodermatitis se deben a la leche, pero más del 90% de los niños con reacciones cutáneas no toman leche por precaución.

Advierten que la ansiedad de los padres privaría a los niños de un alimento importante durante el periodo de crecimiento. Si se confirma la alergia a la leche de vaca, la leche de cabra o los productos elaborados con ella son la mejor alternativa.

Más que un simple alimento para bebés
Antiguamente, la leche estaba destinada únicamente a los lactantes. Sin embargo, en la historia, en aquellas poblaciones que tenían ovejas, cabras o vacas como mascotas, el intestino delgado humano también conservaba la capacidad de digerir la leche en la mayoría de las personas. Esto también se aplica a nuestra cultura. No es de extrañar, porque la leche aporta valiosas proteínas, grasas digeribles, lactosa de alta calidad, toda una serie de vitaminas y minerales, sobre todo calcio para la formación de los huesos.

Construidos desde cero
Que los niños tengan huesos estables no sólo es importante para el desvarío y el retozo infantil, sino una importante medida de prevención de la salud para la edad. Como todos los demás tejidos, el tejido óseo se construye y se descompone. Durante las tres primeras décadas de la vida, predominan los procesos de acumulación, después de los cuales los procesos de degradación ganan en importancia. El suministro del organismo con nutrientes estabilizadores de los huesos en la infancia y la adolescencia determina, por tanto, la fortaleza de los huesos en las últimas décadas de la vida.

Sin leche desnatada
Se necesita suficiente vitamina D para que el calcio de la leche se incorpore a los huesos. Éste se puede formar al jugar o al permanecer al aire libre gracias a la radiación solar en la propia piel. La grasa de la leche es también una valiosa fuente de vitamina D. En ella se esconde la vitamina A, otra vitamina importante durante la fase de crecimiento. Por ello, los niños deben beber siempre leche entera o comer yogur de leche entera o queso de pasta entera. Así, el aporte de calcio y vitaminas liposolubles a través de la leche es excelente.

Autor: Brigitte Neumann

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